Como ya hemos visto en muchos otros ejemplos, en Italia existe la tradición de ubicar el baptisterio fuera de la planta principal de las iglesias, basílicas (mayores o menores), iglesias arciprestales o catedrales.
En este caso, comprobamos un baptisterio, dedicado a San Juan Bautista, y ubicado al lado de la catedral de Padua, y que data del siglo XII, aunque parece que la estructura actual es más bien del siglo XIV.
Estructuralmente, es muy curioso, porque trata de armonizar el cilindro (la cúpula) con el cubo (la planta), como figuras geométricas que generan, en el interior, un espacio único y centralizado (como la mayoría de los baptisterios).
Los frescos que decoran el interior datan del siglo XIV, y se atribuyen a Giusto dei Menabuoi, que narra escenas de la vida de San Juan Bautista y de la Vida y de la Pasión de Cristo, como es de esperar.
Como la figura esencial es la de Cristo en un pantocrátor, que se encuentra en el centro de la cúpula, se describen círculos concéntricos que van disminuyendo de tamaño a medida que nos acercamos a esta imagen, para resaltarla y tratar de mantener, de forma curiosa, el concepto de perspectiva jerárquica, propia del arte románico y del paleocristiano de tradición bizantina.
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