Acabo de encontrar este artículo en la edición de EL PAÍS de hoy, 3 de julio de 2011. Es muy interesante.
Como sabemos, la población del mundo sigue creciendo sin descanso. De hecho, a fecha de hoy somos alrededor de 7.000 millones de personas, de las cuales muy pocas podemos disfrutar del acceso garantizado a determinados bienes y servicios. Hace mucho tiempo Thomas Robert Malthus vaticinó que ésto acabaría ocurriendo, porque, mientras que la población crece a un determinado ritmo (en progresión geométrica), los recursos generados por nuestro sistema económico lo hacen de forma mucho más lenta (en progresión aritmética). El resultado es evidente: cada vez hay menos recursos para la población. La solución que planteaba Malthus era un control de la población, para evitar esa diferencia de crecimiento, y el desabastecimiento que se generaría con el tiempo.
Como posible causa del hambre generalizada del planeta (que, en general, no afecta a los territorios desarrollados, por supuesto) Karl Marx dedujo que se debía no a un crecimiento diferente, sino a una distribución desequilibrada de los recursos. La solución que propuso, por tanto, fue una distribución más equilibrada.
Hasta aquí, la simplificación de lo que ambos comentaban, pero acabo de encontrar este artículo que aporta algunos aspectos interesantes. Recomiendo su lectura y su reflexión.
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