Con esta entrada voy a iniciar la etiqueta dedicada al desarrollo y el subdesarrollo. Como se puede deducir, el que haya elegido esta temática es toda una declaración de intenciones.
Estos días estamos analizando una película que considero muy interesante. Se titula
La pesadilla de Darwin. Este filme versa sobre las consecuencias de la introducción de la perca del Nilo en el
lago Victoria, que es el lago tropical más grande del mundo, por lo que dispone (o más bien
disponía) de una enorme riqueza biológica.
La perca del Nilo, originaria de Etiopía, es un pez de dimensiones considerables. De hecho, puede alcanzar los 2 m de longitud. Como sabemos, este animal fue introducido en el
lago Victoria en el siglo XX. Como consecuencia, se desató uno de los más evidentes fenómenos de contaminación biológica de los que se tiene constancia. Una nueva especie se introduce en un ecosistema, y lo altera hasta el punto de destruirlo.
En los años 1950, la perca del Nilo fue introducida en las aguas del
lago Victoria, la 2ª reserva más grande de agua dulce del mundo. Este lago presentaba la particularidad de albergar una cantidad considerable de especies autóctonas, sobre todo varios cientos de especies de cíclidos, fruto de la diversificación explosiva que se produjo hace unos 12 000 años.
La perca, un formidable depredador, no tardó en diezmar al resto de especies, hasta el punto de que, en el momento actual, para sobrevivir tiene que recurir al canibalismo, ya que incluso está teniendo dificultades para alimentarse. Como consecuencia, la pesca se ha tenido que circunscribir casi exclusivamente a este animal.
No obstante, a nivel económico, sobre todo para las compañías exportadoras occidentales, este hecho es sumamente positivo, ya que con la perca del Nilo se abastece la demanda de filetes de perca de la Unión Europea. Así, para Tanzania la exportación de este pescado supone su principal entrada de divisas: 500 t de filetes son enviados diariamente desde el aeropuerto de Mwanza. A raíz de ello, desde el gobierno tanzano se ha decidido apoyar esta producción, implantando un instituto de investigación que vele por la bonanza de la pesca y exportación de este animal.
De todo esto se deduce que se ha generado un subsector económico, el de la pesca tecnificada de la perca del Nilo, unida a la transformación de los ejemplares en filetes (industria agroalimentaria), que se destina a Europa. Paralelamente, existe un comercio de las
sobras de estos anbimales, es decir, la espina dorsal y la cabeza, que sí se vende en los mercados localews, pero en unas condiciones de salubridad lamentables (con lo que se extiende una multitud de enfermedades, como la emulsión de gases amoniacales consecuencia de la descomposición de los pescados, que producen ceguera...). Así, nos encontramos ante una situación de
monoproducción de un bien, destinado al consumo en los países ricos, y unido a una red de trasnportes moderna, junto a un sector muy pobre, de distribución, en mercadillos, de las sobras. Por tanto, se trata de una economía
dual.
Una de las causas de todo ello es, como se pude constatar, la satisfacción de la demanda de unos productos en los supermercados del mundo rico, por parte de una popblación, la nuestra, que tiene de todo. Paralelamente, un gran número de personas malvive y se desnutre. Ésta es una de las causas de las guerras, que,
curiosamente, tan sólo tienen lugar en los territorios más pobres.
Debemos reflexionar sobre todo esto.