En Arlés se encuentra uno de los más excepcionales ejemplos del arte románico europeo.
En esta portada podemos comprobar uno de los más extraordinarios ejemplos de todo un programa iconográfico dedicado al Juicio Final y a la consagración de Saint Trophime como obispo de Arles. En concreto, se trata de una exposición del Apocalipsis según San Juan y San Mateo en el que aparece, como elemento central, el poder de Dios como Juez. Esta imagen se constata en la mandorla y en el tetramorfos de la portada Occidental, donde, utilizando la perspectiva jerárquica, aparece una imagen en la que se muestra al creyente el núcleo de la mentalidad cristiana centromedieval: el poder de Dios sobre los creyentes, que, en el caso de no respetarlo, caerán en manos del Diablo.
Esta portada es, por ello, una muestra de lo que supone el arte Románico, pero, de la misma forma, la relación entre esa muestra de una mentalidad concreta y el tipo de sistema de poder que se desarrolla en la Europa Feudal.
El pantocrátor y el tetramorfos nos inducen a pensar en la imagen de Dios como un juez, atribución esencial en su naturaleza de SEÑOR supremo de todo lo creado.
En esta imagen aparecen las puertas del Paraíso, que se cierran para los que no superan el Juicio Final, como se comprueba en la parte de la derecha de la fotografía. Es un elemento muy importante, no sólo en esta obra en particular, sino en la mentalidad de la época: un Dios justiciero y terrible que obra por medio de los poderes espirituales (la Iglesia) y terrenales (la monarquía y la nobleza).
En esta imagen, en la parte superior del arco, se observa la aparición de un ángel que llama, con el toque de la trompeta, a las almas a concurrir al Juicio Final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario