EL MUNDO, SEGÚN PETERS

miércoles, 8 de enero de 2014

La escultura románica. Unas breves líneas

Como sabemos, además de la arquitectura, el Románico es un estilo artístico muy conocido por la ESCULTURA.
¿Qué características tenía esta manifestación artística para destacar?

En primer lugar, siempre se ha observado que, básicamente, la escultura románica se encontraba en las iglesias y monasterios de ese período. En las portadas de las iglesias, en los altares, en los capiteles de las columnas que separaban las naves... pero también en diferentes capiteles de los claustros de los monasterios.

El objetivo de esta ubicación era adoctrinar a un pueblo analfabeto con los elementos religiosos que era necesario que se conocieran. Estos elementos eran un concepto de Dios y de sus relaciones con los hombres como si se tratase de una divinidad omnipotente, detentadora de todo el poder, que se encargaba esencialmente de juzgar a los fieles si éstos no cumplían sus preceptos.

Esta forma de pensar, propia de la plena edad media, era la que se trataba de inculcar en las mentes iletradas de los campesinos. Y, como consecuencia, la escultura mostraba unas figuras que representaban el Juicio Final, así como algunos elementos básicos del dogma cristiano, como los evangelistas.

Otros temas que se desarrollaron como consecuencia de esa forma de pensar antes aludida, eran imágenes de Cristo como un monarca poderoso y omnipotente (el Pantocrátor), así como la Virgen y el Niño como reyes de los hombres. Y, por supuesto, en actitud de alzar la mano, de señalar al desdichado público que los contemplaba, así como sosteniendo en una de las manos una bola que representaba al mundo. Esto indicaba, como es de suponer, que era Cristo, pese a ser un Niño, el que sostenía lo humano  lo divino.

Otros temas eran, por supuesto, los bestiarios: demonios, monstruos varios, eran utilizados para infundir la sensación de que, en el caso de cumplir los preceptos religiosos (y sociales y políticos), el castigo esperado era la compañía de aquellos seres.

Por último, en ocasiones aparecían escenas de la vida cotidiana. Estas escenas tenían también una finalidad: mostrar a los iletrados lo que se debía realizar en el quehacer diario.

¿Cómo se representaban estas escenas? Al estar destinadas a generar una sensación, lo menos importante era mostrar la realidad tal y como es. Por ello, no eran naturalistas, sino, por el contrario, expresivas. No se respetaba la ley de la proporcionalidad: brazos se alargaban, cabezas, figuras... para generar ese sentimiento de miedo por la autoridad divina, y sus representantes en la Tierra: los monarcas y el clero.

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