Respecto a la escultura gótica, lo que podemos decir, a nivel general, de ella es los siguiente:
- Al desarrollarse una nueva forma de creer, en el mundo cristiano, más amable y que no considera a Dios como un juez implacable, como ocurría con el románico, las figuras son más naturales. Es decir, que representan a las personas de forma más real, sin pretender impactar deformando las figuras.
- Como consecuencia de lo anterior, los escultores representan a esas figuras con más belleza. Recordemos la fealdad de los monstruos representados por los escultores del románico. No obstante, en ocasiones, los artistas del gótico representan monstruos (las gárgolas de algunas catedrales góticas).
- Las figuras se estilizan. Es decir, que se alargan y adoptan posturas más naturales y elegantes.
- Sin embargo, pese a la belleza de la que hablamos, en contraposición con la fealdad de las esculturas románicas, la escultura gótica no sigue el canon de belleza ideal de los griegos, basado en la búsqueda de la proporción. Por ello, no se trata de figuras exactamente proporcionadas.
- Podemos encontrar esculturas en las portadas, en los púlpitos, en las jambas de las puertas, en los retablos...
- Cuando aparecen en los edificios religiosos, las figuras representan vidas de santos, la crucifixión de Jesús, la Virgen con el Niño (pero de una forma mucho más cercana al espectador, no como en el románico, cuando se representaba como una Reina poderosa).
- En ocasiones, cuando se realizan sepulcros de personas importantes, como obispos, nobles, reyes o príncipes, se representan sus retratos.
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