Las imágenes que aparecen a continuación corresponden a un ejemplo del gótico italiano. En concreto, a la basílica menor de Santa María dei Frari, en Venecia.
Como se puede comprobar, tras estudiar la planta, nos encontramos ante una basílica típica, con nártex, tres naves, crucero que sobresale en planta (planta de cruz latina) y varios ábsides que coronan la parte oriental del templo.
Construida en ladrillo, su exterior es muy simple.
El interior es muy amplio y espacioso, y las vidrieras permiten que la luz ilumine el interior.
Las bóvedas, como se puede observar, son apuntadas, de crucería cuatripartitas, y contribuyen a la simplificación del espacio interior, tendencia propia de los franciscanos.
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