Como sabemos, el Humanismo es una corriente intelectual de renovación del pensamiento, que replantea la posición del ser humano respecto a Dios. Es decir, que mientras que en la edad media el centro de todo pensamiento era Dios, la filosofía humanista considera al hombre como un elemento muy importante.
La consecuencia es evidente: a nivel artístico, aunque los temas, muchas veces, son esencialmente religiosos católicos (aunque no sólo), la forma de representación incluye un interés por el ser humano. Esto se manifiesta en un lucimiento del artista, que trata de demostrar los conocimientos que tiene de mitología gracorromana, de anatomía, de dominio de la perspectiva...además de una forma de representar el ser humano de una manera más realista.
Por este motivo, los diferentes artistas cambiarán la forma de expresarse. No les vale el estilo gótico, ni el románico, sino que investigarán a los artistas de la antigua Roma y de la Grecia clásica, que habían pintado, esculpido, edificado... muchos siglos atrás. Por este motivo, este estilo nuevo se denomina Renacimiento, porque el arte de la antigüedad grecolatina se recupera, renace.
En estas obras, que pertenecen al 1400... es decir, al Quattrocento, se pueden abservar algunas características del Renacimiento. ¿Cuáles?
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