jueves, 2 de diciembre de 2010

El proceso de hominización

El proceso de hominización es un largo camino que recorrieron diferentes especies de homínidos, hasta desembocar en el ser humano actual. A lo largo de este camino, largo y tortuoso, tuvo lugar una serie de cambios muy importantes, tanto a nivel somático como tecnológico y social.

El primer cambio importante fue caminar con dos patas. Antes, los seres parecidos al hombre caminaban con los brazos y las piernas. Pero, en un determinado momento, uno de ellos comenzó a utilizar tan sólo las piernas y su cerebro (alrededor de 500 centímetros cúbicos de capacidad) se desarrolló. Éste ser fue el australopitecus, un individuo que vivió en África.
El hecho de utilizar tan sólo las piernas para trasladarse es muy importante porque así se tienen las manos libres para transportar objetos, alimentos...y comenzar a cazar. Antes, los parientes antiguos del ser humano comían sobre todo vegetales, pero a partir de este momento comenzaron a comer carne. Y la carne permitió al cerebro hacerse más grande.
Utilizaba instrumentos para facilitar las tareas, pero no se trataba de instrumentos fabricados con una finalidad, sino de objetos utilizados de forma accidental. Es lo mismo que hoy en día hacen los chimpancés. No se puede hablar, por tanto, de una tarea producto de la reflexión previa y consciente. No se trata de fabricación de instrumentos.
La época en la que vivió fue des de hace casi cinco millones de años a casi tres millones de años. Como puedes ver, era muy primitivo.

Más tarde, evolucionó. Utilizó las manos y se convirtió en otra especia más evolucionada, con un cerebro más grande (entre 600 y 800 centímetros cúbicos de capacidad) y que podía utilizar instrumentos de piedra para mejorar la forma de vida. Esta nueva especie fue denominada Homo Habilis porque utilizaba las manos, era hábil. Los instruments que utilizaba ya eran pensados y tenían un objetivo. Sin embargo, eran muy sencillos. Se trataba de trozos de piedra golpeados de forma muy rudimentaria. Se trataba de instrumentos tallados. Es cierto que eran muy rudimentarios, pero al fin y al cabo eran producto de una reflexión previa, de una meditación.
El período en el que existieron se extendió desde casi tres millones de años (2’5 más o menos) a 1’5 millones de años.

El resto humano más antiguo que se ha encontrado es un paladar de Homo habilis. Era una especie de cerebro de entre seiscientos y setecientos centímetros cúbicos, es decir, la mitad del nuestro, que medía poco más de un metro de altura, que tenía una complexión robusta y que tenía una postura perfectamente bípeda. Sabemos que fabricaba instrumentos y que vivía en sociedades cazadoras recolectoras donde ya había una cierta división del trabajo. Pero desconocía el fuego, no enterraba los muertos, no tenía arte y no se vestía. Sabemos también, y eso es importante, que nunca salió de África [...]
Los Homo habilis no tenían aún el fuego para espantar a los depredadores, pero podían tener una división del trabajo con gente dedicada a tareas de vigilancia mientras el resto del grupo dormía.

Más adelante apareció una nueva especie más perfeccionada que las anteriores. Se trata de un nuevo ser más complejo, más alto y con un cráneo más grande. Por ello, los instrumentos que producía eran más perfectos y servían para más cosas. Como resultadol vivía mejor.
Su cerebro tenía una capacidad de 800 a 1000 centímetros cúbicos, y las proporciones entre los brazos y las piernas eran más similares a las del ser humano actual, además de una altura más parecida.
Vivió no sólo en África, sino también en Asia y en Indonesia, por lo cual suponemos que salió del continente africano.

Los instrumentos que producía eran más perfectos. Se trataba de instrumentos de piedra tallados por las dos caras. Por ello, los denominamos bifaces. No obstante, estos instrumentos aún eran són de piedra tallada. Pero esta especie descubrió un instrumento muy importante, el fuego, aunque no supo cómo encenderlo ni cómo controlarlo. Sí que supo que el fuergo es un producto de la naturaleza que se puede aprovechar y que concede importantes ventajas, como asustar a los depredadores, o para acorralar a grandes animales y cazarlos con más facilidad.
Vivió desde hace casi 1’8 millones de años a 0’3 millones de años.

El homo de neandertal fue un desciendente no del homo erectus, sino de un primo suyo, del homo antecessor, que fue el primer antepasado del ser humano actual que vivió en Europa.
El Homo de neandertal tenía un cráneo de una capacidad entre 1.200 y 1.500 centímetros cúbicos y era más bien ovalado.
Produjo otro tipo de instrumentos, más complejos y pequeños pero que aún eran de piedra, y aún de piedra tallada. Sin embargo, podían adaptarse a instrumentos de madera. Ello ya es un claro avance. Y, además, supo cómo controlar el fuego, cómo encenderlo.
Ya sabían muchas más cosas y se piensa que podían hablar y que creían en el más allá. Es decir, pensaban que existía un mundo después de la muerte. Eran muy humans.
Por otro lado, vivieron en Europa y en Asia desde hace 150.000 a 30.000 años.
Respecto al cuerpo, tenían la misma altura que el ser humano actual aunque eran mucho más robustos.

III- EL HOMO SAPIENS.

Se trata del ser humano actual. Parece que apareció tan sólo hace unos 150.000, y la capacidad de su cerebro está entre los 1.100 y 1.400 centímetros cúbicos pero es más bien esférico.
Los primeros instrumentos que fabricaron estos seres eran instrumentos de piedra ya más complejos, y también instrumentos de hueso. Serán los protagonistas de la revolución neolíticoa, en la cual el hombre dejará de ser nómada para convertirse en sedentario.
Más adelante producirá otros instrumentos, de cobre, de hierro... pero eso es otra historia.
Pensaban que hay vida después de la muerte y eran muy inteligentes. De hecho, se impusieron al homo de neandertal. No se sabe bien cómo pero fue así.
Ocuparon casi todo el planeta. De hecho, hoy en día casi no hay ningún lugar en la Tierra que no haya estado ocupado por este ser.

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